miércoles, 18 de mayo de 2016

Compañera.

Compañera,
si en tus labios se entendieran
palabras finas como la yerba
dulces como su aroma,
y quizás secas como la tierra.

Compañera,
pisando fuerte con botas nuevas
dejando en el suelo tu huella
fija, dura y tenaz,
que profunda, si tu supieras...

Compañera,
de ti solo me quedan tus quejas
que en mi cuerpo penetran
llenas de estrés,
como si fuesen las primeras.

Compañera,
que tu sudor sobre mi se reverbera,
flotando en mi siniestra calavera
de placer carnal,
de eso ya nada queda.

Compañera,
libertad se escribe con penas,
de quien encadenado se queda
sin voz ni verdad,
en un mundo que se aleja.