viernes, 14 de julio de 2017

Cuando nadie me lea.

Quien rezará por mi cuando nadie me lea,
cuando nadie cómplice me limpie las heridas,
cuando nadie se acurruque a la orilla de mi oído,
y ya no me digan todas esas mentiras que me enderezan.

Los estigmas se me abrirán de nuevo con dolor
y seguramente no beba mas que vinagre.
O lloraré detrás de un altar de piedra 
dando a algún Dios un angustioso corazón.

Cuando en la arena nadie escriba más mi nombre,
me ahogaré con la marea intentando evitar
la desaparición de este escritor no tan eterno,
con quien nadie soñará ya por las noches.

Y antes de que se pierdan los besos por las alcantarillas,
siendo alimento de ratas sin recuerdos,
dejaré escrito, oculto en la comisura de mis labios,
párrafos de ansiedad que no son más que mentiras.