Es una vaca ya muerta en el suelo,
bajo un cielo gris y marrón,
la Ilógica de zinc y carbón
que va caminando suelta por el tiempo.
Sigo sin salir de esas dudas tan normales,
despistadas y silenciosas,
déspotas y dictadoras,
ciclo de cuestiones indomables.
Y entre las sabanas se me cuelan,
palabras ya apagadas,
terminadas con desgana,
en una cabeza que ahora ensueña.
No hay comentarios:
Publicar un comentario